En la víspera de San Miguel Arcángel, Patrón de nuestro pueblo, siempre se han vivido en los candelorios momentos buenos de convivencia entre amigos y vecinos, donde los más valientes saltaban por encima del fuego.

Al igual que nos trasladaron nuestros mayores esta tradición, está en nuestras manos que la conservemos y pasemos de generación en generación.