Isidoro Cárdeno Chaparro

Isidoro Cárdeno Chaparro nace el 14 de septiembre de 1950 en Cumbres Mayores, Huelva. Siendo el mayor de cuatro hermanos. Para ayudar económicamente a su familia, a de trabajar desde temprana edad. Con ese fin y con tan solo quince años se traslada a Cádiz. Por las deficientes comunicaciones de aquellos tiempos, el viaje dura dos días. Se instala en la pensión Barcelona, en la calle Montañés de esta ciudad, que será su casa durante nada menos que once años.

Durante su primer año de estancia busca trabajo por donde sea y encuentra uno como mozo en los congeladores de la delegación de Pescanova. Posteriormente pasa a trabajar con el comerciante Francisco Chaparro, familiar de su madre. Serán años sometidos a durísimas condiciones laborales que despertarán en él un sentimiento de sensibilidad y respeto hacia el mundo de los trabajadores y de la infancia, sentimiento que en adelante siempre le acompañará en sus futuros proyectos empresariales y en su permanente compromiso con numerosas entidades asistenciales.

Cada vez que tenía oportunidad volvía a su pueblo Cumbres Mayores, a sus calles, a su gente y sobre todo a eliminar esa soledad que le invadía el corazón. Aquí conoció el amor.

En esos últimos años de su infancia y primeros de su juventud atesora en Cádiz muy buenas amistades que le ayudarán a sobrellevar la separación familiar. Destacan especialmente en ese sentido la buena gente de la Peña la estrella, que le cuidan, ayudan y se convierte prácticamente en su nueva familia gaditana. Desde entonces su vinculación afectiva y colaboración con esta peña se mantendrá fiel e inalterable.

Su noviazgo a distancia finaliza en 1977 cuando contrae matrimonio con Maria del Carmen Serrano Carranza. Todo lo bueno en lo personal y profesional que en adelante la vida le deparará a Isidoro Cárdeno tiene mucho que ver con ella. Dotada con la sencillez y natural cordialidad que solo poseen las personas elegantes. María del Carmen será una inestimable compañera para crear una cálida familia en la que educar ejemplarmente a dos hijos “marca de la casa”. Su espíritu positivo también será un apoyo imprescindible para afrontar juntos las grandes dificultades del emprendimiento empresarial pues ese mismo año, ya fallecido su jefe Francisco Chaparro, Isidoro Cárdeno compra a los herederos de aquel la máquina de escribir, la caja fuerte y la furgoneta. Tan solo con esos medios, haciéndose cargo de los empleados que hasta entonces habían sido sus compañeros de trabajo y abriendo posteriormente un local en la calle Sagasta, inicia su carrera empresarial como autónomo de la distribución de productos típicos y conservas, actividad que aún hoy realiza.

En el año 1988 amplía el negocio abriendo una fábrica de jamones y embutidos con su hermano Francisco Manuel, en esta localidad. Desde ese momento comercializará sus propios productos, dejando a un lado la intermediación como mayoristas.

En diciembre de 1999 se asocia con Jesús Ramos y Manuel Mera para abrir en un año después el Mesón Cumbres Mayores, un bar-restaurante especializado en la cocina de los excelentes productos que viajan desde su barrio del Amparo en Cumbres Mayores (Huelva) hasta la calle Zorrilla de Cádiz.Pronto se convierte en uno de los principales referentes hosteleros de esta  ciudad, gran aceptación entre los gaditanos y los turistas que los visitan atraídos por su excelente cocina tradicional.

Con ello completa hasta la actualidad su actividad emprendedora y empresarial, a la que a sus sesenta y ocho años continúa activo y orgulloso de mantener más de cuarenta puestos de trabajos, a los que por su actitud moral siempre ha querido dar estabilidad.

Pero posiblemente el aspecto más sobresaliente del perfil personal de Isidoro Cárdeno es su sensibilidad social y solidaridad con los más necesitados. El más sobresaliente y tal vez menos conocido pues, por su natural sencillez y discreción, jamás ha hecho ostentación pública de ello.

 

Afectado por las necesidades de los más pequeños, desde hace muchos años colabora con diferentes asociaciones y ONGS de la ciudad gaditana, este dato se puede extrapolar a su localidad natal. Fiel colaborador con su trabajo y dedicación con la Hdad. Ntra. Sra. de la Esperanza, siempre dispuesto a ser la voz y la imagen en la tradicional “Subasta del Gallo” donde con un grupo de voluntarios y amigos fieles a este evento recaudan fondos para nuestra patrona de las donaciones particulares de los cumbreños. Décadas de trabajo voluntario al cual solo ha fallado en muy pocas ocasiones. Aunque también debemos mencionar esa ayuda en diversas asociaciones cumbreñas todas ellas han encontrado en la sensibilidad de Isidoro Cárdeno una respuesta positiva y colaboración efectiva a sus requerimientos, siempre desde la más absoluta discreción y en ocasiones desde el propio anonimato.

El 15 de Febrero de 2019 la ciudad de Cádiz le otorga la insignia de oro como “Hijo adoptivo de la ciudad” por petición popular, donde 73 asociaciones con todos sus componentes y la firma de 1800 ciudadanos contribuyeron a dicha candidatura como posterior merecedor de este galardón.

El 28 de Febrero su localidad natal Cumbres Mayores le otorga el título de Ilustre Cumbreño, título que resume su entrega y dedicación a su pueblo en todo el tejido asociativo que lo forma de una forma íntegra y sin pretensiones.

  

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