Abside de la Ermita de Santa Maria Magdalena
Apenas incorporada la comarca de la Sierra de Aracena al Reino Castellano, el siglo XIII, fue preciso habilitar una serie de edificios para el culto cristiano la escased de población y la falta de medios económicos fueron la causa de que las construcciones se hiciesen con gran tosquedad y de reducidas dimensiones.
Por su primitiva fecha de realización, muy exiguos restos pueden encontrarse. En su mayoría se trata de iglesitas rurales, actualmente ermitas, que si en tiempos fueron núcleos de población, por estar hoy apartadas de los pueblos han sufrido en menos grados las lógicas transformaciones.
El ejemplo más antiguo se encuentra en Cumbres Mayores. Se trata de una ermita abandonada situada a un kilómetro del castillo que fundara Sancho IV en 1293, en las proximidades de la fuente de la magdalena.
Se trata de una de las ermitas de repoblación más antigua de la Sierra Onubense, teniendo ciertos paralelismos con el románico castellano, cuyas formas arcaizantes serian transmitidas hacia el sur, tras la Reconquista, por los colonos o por las órdenes militares.
De esta Ermita sólo queda el ábside; el cuerpo de la iglesia ha desaparecido aunque algunos restos aparecen indicar su unión con la cabecera resultaba algo distorsionada. Su abovedamiento es Románico, aunque lleva unos nervios Góticos de traza muy bárbara que se apoyan en basas romanas utilizadas como capiteles. Un friso de ladrillo en esquinilla aún perdura en el coronamiento del muro.
La cronología de este tosco edificio queda firme en la segunda mitad del siglo XIII o comienzos del XIV.
En Andalucía Occidental son muy raros los casos de plantas semicirculares en edificios medievales, entre ellos tenemos el de esta Ermita.
No deja de extrañar la presencia de este tipo de cubrición románica en una región situada tan al sur y en una fecha tan tardía como la segunda mitad del siglo XIII. Los precedentes de este tipo de abovedamiento se dan en castilla entre 1170 y 1214.
En el exterior de la ermita siguiendo el semicírculo del ábside en su parte alta, se puede apreciar una labor de ladrillo en esquinilla semejante a la situada en el dintel de una puerta lateral en la ermita de San Mamés de Aroche.
Cierto parecido pueden igualmente observarse entre la ventana del ábside de la pequeña iglesia de Aroche y los restos de la que se sitúa en idéntico lugar en esta ermita de Cumbres Mayores. Estos datos y el hecho de que en Aroche la cobertura sea gótica y posterior a la existencia a la cabecera, hacen pensar en la posibilidad de que ambas ermitas fuesen obras del mudéjar toledano efectuadas inmediatamente después de la reconquista.
Esto vendría a suponer la presencia en la Sierra de Aracena de repobladores toledanos que impusieron su peculiar estilo antes de que el mudéjar sevillano conociese su expansión.
Estuvo dedicada al culto de Santa María Magdalena y en el año de 1.759 ya se encontraba semiderruida y con los materiales de derribo se restauró la Ermita de la Virgen del Amparo.
Hoy día son pocos los estudios realizados sobre la ermita de la Magdalena, ya que siempre ha sido tratada como referencia de estudios más detenido de otras construcciones desarrolladas en la Sierra de Aracena, y nunca como objeto principal de estudio.